La hermandad de la uva

La cocina. La cucina, la verdadera patria, la cálida gruta del hada buena en las entrañas de la sombría tierra de la soledad, cazos de pociones dulces al fuego, gruta de hierbas mágicas, romero, tomillo, salvia y orégano, bálsamo de loro que devolvía la cordura a los lunáticos, la paz a los afligidos, la alegría a los tristes, pequeño mundo de treinta y cinco metros cuadrados donde el altar eran los quemadores, el círculo mágico el mantel de cuadros donde comían los niños, los niños crecidos, atraídos a sus orígenes, el sabor de la leche materna flotando aún en la memoria, perfume en las fosas nasales, los ojos relampagueando, y el mundo malvado quedaba lejos porque la vieja hada madre protegía a su camada de los lobos de fuera.

 

John Fante: La hermandad de la uva (Anagrama)

Esta entrada fue publicada el noviembre 1, 2007 a las 10:31 pm. Se guardó como Lecturas, Narrativa y etiquetado como , , . Añadir a marcadores el enlace permanente. Sigue todos los comentarios aquí gracias a la fuente RSS para esta entrada.

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