Joachim Schmid – Other people’s photographs
La fotografía se convierte en un problema para mí en el momento en el que, por regla general, insistimos en mantenerle el mismo estatus que hace 10 o 20 años. Vivimos en un tiempo -la transición de lo impreso a lo digital- en el que la fotografía ha encontrado su finalidad: se ha convertido en una especie de escritura que todo el mundo usa cada día en sus tareas diarias. Los teléfonos inteligentes han cambiado la manera en la que el público general ve y los especialistas miran -a veces incluso sin darse cuenta de ello. Algo más ha cambiado: jugando con la representación de la realidad, la fotografía ha perdido su credibilidad; se ha convertido en algo completamente independiente de la verdad. Enfrentada con el reto de las pantallas y del software de alteración de la imagen, la fotografía se convirtió en digital, como un reflejo, a veces deforme y a veces perfecto, pero cada vez menos realista. La fotografía fluye como un líquido por los cables de nuestros ordenadores. La autoría se diluye porque la herramienta y su uso han cambiado. Pienso que la fotografía debería abrazar su nuevo estatus en lugar de persistir en llevar el pasado como un par de zapatillas viejas.
Marc Borgers, entrevistado por Elsa White en The Eyes (nº 1, autumn/hiver 2013)
OTRA FORMA DE MIRAR 
Somos el reflejo del pasado,¿cuanto de FOTOGRAFÍA hay en el presente,que fluye de una manera tan rápida que su huella es casi inexistente?
¿zapatilla viejas es lo único que se le ocurre a este señor para definir la fotografía clásica o analógica?.
La fotografía que abunda en internet me decepciona, precisamente, porque no son instantáneas tomadas teniendo en cuenta los parámetros de siempre, sino que son retoques y retoques y nada de lo primigenio queda en el resultado final. Son actrices salidas del quirófano, pero es mi opinión.