
Alvin Langdon Coburn – El pulpo, 1912
Una de las condiciones de la armonía en la arquitectura, al igual que en la vida, es evitar la monotonía de la regularidad y la repetición excesiva. La igualdad exacta en la división adolece de falta de misterio. Un ritmo que no puede ser completamente descifrado, una belleza que elude la aprehensión de la mente y que sin embargo posee claramente unas proporciones exquisitas: este es el secreto del poder maravilloso de la progresión del justo medio.
Alvin Langdon Coburn, citado en Historia de la Fotografía. De 1839 a la actualidad (Taschen)