Monet: la libertad del arte

«Cinco o seis locos, entre ellos una mujer, han expuesto aquí, cegados por la ambición, sus obras. Estos pintores, que se llaman a sí mismo artistas, se denominan subversivos, impresionistas; se hacen con lienzo, color y pincel, lanzan arbitrariamente color sobre el lienzo y firman el resultado».

Impresión: amanece, (Monet, 1972)

Impresión: amanece. 1872

Ha pasado siglo y medio desde que Monet leyera las anteriores líneas y casi cien años desde su muerte. Hace pocos días visité, rodeado de cientos de personas, la exposición Monet y la Abstracción, que tuvo lugar en el Museo Thyssen y la Fundación CajaMadrid y  finalizó el 30 de mayo, una experiencia que me ha empujado a leer de un tirón la monografía sobre el pintor (editada por Taschen; buena, bonita y barata) que llevaba años en mi biblioteca esperando ser tocada.


Monet no eligió ser impresionista para vender, aunque su situación económica fuera precaria durante la primera mitad de su vida:

La cosa va cada vez peor. Desde anteayer no tengo ni un sou ni crédito en ninguna parte, ni en la carnicería ni en la panadería. Si bien tengo confianza en el futuro, el presente es muy trabajoso… ¿No podría usted enviarme 20 francos lo más pronto posible? Eso me ayudaría de momento.

En muchos talleres y seminarios de fotografía, la primera cuestión que asalta al ponente y a la mayoría de los alumnos es sencilla: ¿qué puedo hacer para vender mi trabajo? Estoy cansado de oír esa pregunta, pues la respuesta es mucho más simple que los múltiples consejos que se escuchan en ese tipo de foros: si quieres vender tu trabajo, no seas tú mismo. En el planeta del corto plazo, que es en el que vivimos, la obra se concibe como un medio para llegar a la fama y para caer de ella después de unos escasos segundos de gloria. Monet y sus camaradas impresionistas conocían ese peligro y usaron su libertad a riesgo de pasar hambre: fueron fieles a sus intuiciones y a sus propias experiencias estéticas, y navegaron contra corriente que era la mejor dirección para depurar su estilo.

Boulevard des Capucines, 1873

Boulevard des Capucines, 1873

Estación de Saint Lazare. 1877

Estación de Saint Lazare. 1877

A los 38 años, Monet escribe:

Yo ya no soy ningún principiante, y es horroroso encontrarme a mis años en semejante situación, tener que pedir limosna e incordiar a los compradores. Con el cambio de año siento mi desgracia por partida doble, pues 1879 comienza de la misma manera que termina este año: con un completo abatimiento, especialmente a causa de mis seres queridos, a los que no puedo hacer ni el más pequeño regalo.

El paseo - Mujer con sombrilla. 1875

El paseo - Mujer con sombrilla. 1875

Deshielo cerca de Vetheuil - 1880

Deshielo cerca de Vetheuil - 1880

Un siglo antes de que Araki fotografiase a su mujer en su ataúd, Monet pintó a su mujer en el lecho de muerte. El arte es la tierra de las obsesiones:

Una vez me encontré, al amanecer, a la cabecera de la cama de una muerta que me era muy querida y que siempre lo seguirá siendo. Mis ojos se prendían rígidamente en la trágica sien, y me sorprendí siguiendo la muerte en los sombreados del colorido que se depositaba sobre el rostro en escalonamientos paulatinos: tonos azules, amarillos, grises, qué se yo. Hasta tal punto había llegado. De forma natural surgió en mí el deseo de retener la imagen de la que nos abandonaba para siempre. Pero antes de pasarme por la cabeza la idea de dibujar los rasgos tan queridos y familiares, tuvo lugar automáticamente en mí la sacudida orgánica mediante el color, y los reflejos se apoderaron de mi voluntad mientras realizaba un quehacer inconsciente, un quehacer que constituía lo cotidiano de mi vida. Lo mismo que el animal que hace girar su rueda de molino. Compadézcase de mí, amigo mío.

Camille Monet en su lecho de muerte. 1879

Camille Monet en su lecho de muerte. 1879

El catálogo de la exposición del Museo Thyssen es impecable, pero vale 42 euros. Mientras baja de precio o lo encuentro en un mercadillo, me conformaré con el libro de Taschen, que contiene joyas como ésta:

El tema tiene para mí importancia secundaria: quiero representar lo que vive entre el objeto y yo.

El parlamento, traspasado de sol en la niebla, 1899-1901

El parlamento, traspasado de sol en la niebla, 1899-1901

Almiar (final del verano). 1891 (Museo del Louvre)

Almiar (final del verano). 1891 (Museo del Louvre)

Fueron estos montones de heno los que quitaron la venda de los ojos de Kandinsky:

Yo sólo conocía el arte realista, casi exclusivamente el ruso; a menudo me quedaba largo rato contemplando la mano de Franz Liszt en el retrato de Repin y cosas por el estilo. De pronto vi por primera vez un cuadro. El catálogo me aclaró que se trataba de un montón de heno. Me molestó no haberlo reconocido. Además me parecía que un pintor no tenía ningún derecho a pintar de una manera tan imprecisa. Sentía oscuramente que el cuadro no tenía objeto y notaba asombrado y confuso que no sólo me cautivaba, sino que se marcaba indeleblemente en mi memoria y que flotaba, inesperadamente, hasta el último detalle de mis ojos. Todo esto no estaba muy claro y yo era incapaz de sacar las consecuencias simples de esta experiencia. Sin embargo comprendí con toda claridad la fuerza insospechada, hasta entonces escondida, de los colores, que iba más allá de todos mis sueños. De pronto, la pintura era una fuerza maravillosa y magnífica. Al mismo tiempo –e inevitablemente– se desacreditó por completo el objeto como elemento necesario del cuadro.

(Vasili Kandinsky: De lo espiritual en el arte, Kairós)

Almiar con nieve.1891

Almiar con nieve.1891

Catedral de Rouen, Fachada (efecto matinal). 1889

Catedral de Rouen, Fachada (efecto matinal). 1889

Catedral de Rouen, Fachada (crepúsculo). 1889

Catedral de Rouen, Fachada (crepúsculo). 1889

Sauce llorón

Sauce llorón

San Jorge el Mayor en el crepúsculo, 1908

San Jorge el Mayor en el crepúsculo, 1908

Nenúfares. 1904

Nenúfares. 1904

Nenufares. 1908

Nenufares. 1908

Nenúfares. 1908

Nenúfares. 1908

Christoph Heinrich: Monet (Taschen)

Más pinturas de Monet en Wikimedia

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Esta entrada fue publicada el mayo 31, 2010 a las 8:00 am. Se guardó como Miradas, Pintura y etiquetado como , , , , . Añadir a marcadores el enlace permanente. Sigue todos los comentarios aquí gracias a la fuente RSS para esta entrada.

4 pensamientos en “Monet: la libertad del arte

  1. Concha Huerta en dijo:

    Yo también quede fascinada con esta exposición increíble. Que interesante la lectura en la que te has embarcado. Quiza me anime a seguir tus pasos. Un cordial saludo.
    P. Te dejo el link del post que escribi sobre la exposición por si te apetece visitarlo y comentarlo.
    http://conchahuerta.wordpress.com/2010/03/11/monet-caminos-y-suenos

  2. Gracias por la info, me encanta este subversivo impresionista, este pintor de usa como pincel el alma, me transmite mucho. Sigo mirando tu sitio saludos desde Chile

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