Retoca lo real con lo real.
[…]
Suprimir lo que desviaría la atención hacia otra parte.
[…]
Tu película no está hecha para pasear los ojos, sino para penetrar en ella y ser absorbido por entero.
[…]
Vaciar el estanque para hacerse con los peces.
[…]
Están condenadas las películas cuyas lentitudes y silencios se confunden con las lentitudes y silencios de la sala.
[…]
La palabra más común, colocada en su lugar, cobra brillo de repente. Es con ese brillo que deben resplandecer tus imágenes.
[…]
La belleza de tu película no residirá en las imágenes (tarjetapostalismo) sino en lo inefable que éstas liberarán.
[…]
Es del sometimiento a una regularidad mecánica, es de una mecánica de donde nacerá una emoción. Para comprenderlo, pensar en ciertos grandes pianistas.
Un gran pianista no virtuoso, tipo Lipatti, toca notas rigurosamente iguales: blancas, idéntica duración, idéntica intensidad; negras, corcheas, semicorcheas, etc., ídem. No aplica la emoción sobre las teclas. La espera. Ésta llega e invade sus dedos, el piano, él mismo, la sala.
[…]
La hostilidad al arte es también la hostilidad a lo nuevo, a lo imprevisto.
[…]
En primer lugar, hacer.
En Londres, una banda revienta la caja fuerte de una joyería y se hace con collares de perlas, sortijas, oro, piedras preciosas. Allí encuentra también la llave de la caja fuerte de la joyería vecina, que también desvalija, y cuya caja fuerte contiene la llave de la caja fuerte de una tercera joyería. (Los periódicos)
[…]
Cezanne: “En cada pincelada arriesgo mi vida”.
Robert Bresson: Notas sobre el cinematógrafo (Ediciones Ardora)