Una cerradura sin llave es un secreto en el que penetrar, una oscuridad por esclarecer, una inscripción a descifrar. […] Pero una llave sin cerradura es una invitación al viaje. Quien posee una llave sin cerradura no debe permanecer con los brazos cruzados. Debe recorrer los continentes y los mares, con la llave en mano, probándola en todo lo que parezca una cerradura.
Michel Tournier, Voyages et paysages, Éditions Gallimard, 2012
citado en Israel Ariño: Le nom qui efface la couleur (Ediciones Anómalas, Filigranes Éditions, Nature Humaine)
La fotografía de Israel Ariño es muy interesante. Fui a la presentación de su último libro sin tener ni idea de quién era, y terminé comprando el libro. Me fascinaron sobre todo sus retratos.
El retrato de la portada del libro, que es el que he reproducido en el blog, me parece absolutamente hipnótico: retiene mi mirada y no puedo alejarla de él. Eso es lo que busco en una fotografía.
Sí, esa es la palabra, hipnótico. Qué difíciles son de hacer los retratos.