Me fascina el inmenso desierto americano en contraste con la vulnerabilidad humana. Nada termina nunca en el desierto. Todo está conectado, desde una pequeña partícula de polvo a la especie, al cosmos. Hay una esencia dinámica de esperanza bulliendo sobre su fina superficie. El desierto me permite abandonar tiempo y espacio, despierta mi alma a una inmensa libertad interior. Con esta desnudez, y con esta intensa luz, busco aquellos puntos suspendidos que nos reconcilian de maneras misteriosas.
Mona Kuhn, entrevistada por Sergio Rubira en la revista Exit #53 – Desnudos.