Terapia vacacional: Piensa dos veces antes de disparar. Y si el calor te impide pensar, mira dos veces. Te sorprenderá ver con tus propios ojos.
En caso de duda, repite este mantra: No necesito esta foto.
Atrévete a dejar tu cámara en el hotel, en lugar de tu mirada.
La fotografía no es sólo un acto de consumo. La vida no se atrapa: te atrapa.
En algún rincón de tu alma, la tecnología no importa. No hablo de ignorancia: hablo de libertad.
Menos es más.
Less Clicks Are More.
Debemos aprender a mirar antes que sólo ver, alli radica la esencia del disfrute de nuestro entorno.
y es por eso que me gusta la fotografía analógica. Bonita reflexión!
Me alegra que te haya gustado, Leire… en el fondo no ha sido más que un arrebato antes de salir hacia el aeropuerto 😉
Fantástica reflexión! ¿No te importa si te lo copio para mi blog, citándote, por supuesto?
Sin problema, Juan. Un cordial saludo!