
Manuel Álvarez Bravo - La buena fama durmiendo, 1938
Creo en la experiencia a través de todos los sentidos: a través de la literatura, la música, la amistad, la pintura, etcétera. Todas ellas producen en una persona una serie de experiencias que se acumulan, y estas experiencias acumuladas forman una filosofía, no cerrada sino abierta. El artista siempre trabaja con los ojos.
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No creo que un artista deba cambiar una vez que ha sido reconocido. Es un placer ver que se ha tenido una significación, que se comunica con otras personas, que se produce interés y placer. Esto no supone buscar el reconocimiento, simplemente sucede. Creo que la obra propia deberá ser siempre una forma de búsqueda, de examen, de inspección. Es como una piedra que, arrojada al agua, produce ondas que se alejan. Desde el principio se obtiene el reconocimiento en un ambiente pequeño e inmediato. Luego, la órbita se agranda hasta que trasciende a sí misma. No sería posible producir obra sin poder comunicar.
Manuel Álvarez Bravo, fotógrafo mexicano, citado por Paul Hill y Thomas Cooper en Diálogo con la fotografía (Ed. Gustavo Gili)