
Henri Cartier-Bresson: Rüdesheim am Rhein, 1956
Nunca he sentido pasión por la fotografía «en sí misma», sino por la posibilidad de captar -olvidándome de mí mismo- en una fracción de segundo, la emoción que el tema desprende y la belleza de la forma. En otras palabras, una geometría desvelada por lo que se ofrece.
El disparo fotográfico es uno de mis cuadernos de esbozos.
Henri Cartier-Bresson: Fotografiar del natural (Editorial Gustavo Gili)