
Robert Doisneau
Es cierto que la disciplina, la extraordinaria cantidad de paciencia que se necesita para convertirse en fotógrafo, es algo que se recibe. Como usted sabe, siempre se dice que un fotógrafo es un «cazador de imágenes». Esa es una imagen adulona, la idea de un cazador; es un poder viril, adquirido. En verdad, sin embargo, no es así. En realidad, ¡somos pescadores con anzuelos y cordeles! Por suerte, el hombre es todavía la parte más importante del proceso fotográfico. Esta es una idea que no aparece bien asentada en la mente de la gente, convencida de que, gracias a su potencial para la repetición, en fotografía se encuentra siempre una imagen extraordinaria. Pero no es así. Las mejores fotos, las que son recordadas, son las que han pasado primero por la mente de la persona antes de ser depositadas por la cámara.
Robert Doisneau, entrevistado en 1977 por Paul Hill y Thomas Cooper: Diálogo con la fotografía (Gustavo Gili)