El documentalismo es una actitud y no una técnica; es una afirmación y no una negación […] La actitud documentalista no implica menospreciar los elementos plásticos, que deben quedar como criterios esenciales en cualquier trabajo. Simplemente dota a estos elementos de limitación y dirección. De ahí que la composición devenga énfasis, y la nitidez de línea, formas, filtraje, tono -todos los componentes incluidos en el vago concepto de «calidad»- aparecen para servir a un fin: hablar lo más elocuentemente posible de la cosa que debe ser descrita mediante el lenguaje de las imágenes. El trabajo consiste en saber lo bastante sobre el tema, averiguar su significado propio y en relación con su entorno, tiempo y función.
Roy Stryker, citado por Joan Fontcuberta en Estética fotográfica (Ed. Gustavo Gili)