Acabo de pasar unos días en Málaga, una ciudad imaginaria del sur de Andalucía, realizando un taller con el fotógrafo Oscar Molina. El taller se titulaba Detrás de la cámara y ha supuesto una estupenda experiencia de profundización en el proceso creativo.
Capital cultural
Málaga quiere ser capital cultural europea en el 2016, empeño en el que compite con un nutrido grupo de ciudades, entre ellas muchas españolas: cada una levanta su bandera en un ejercicio político que haría palidecer de envidia a los extintos reinos de Taifas.
Quizá por ello Málaga y muchas de sus competidoras padecen una extraña enfermedad: la proliferación de museos de todo tipo y condición disimula la ausencia de una política cultural más allá del carrusel de inauguraciones que jalonan la carrera de sus políticos. Cada museo es una medalla en sus pecheras y un número en sus mapas de turismo, aunque los artistas emergentes de sus ciudades no tengan lugares para exponer más allá de un puñado de bares que prestan sus muros para colgar fotografías o cuadros. Málaga tiene un museo Picasso a seis euros la entrada y alberga la sede de la fundación Picasso en la casa natal del pintor, pero si Picasso volviese a nacer, tendría que volver a irse de Málaga.
Mariano, compañero de taller y cervezas que conoce a media ciudad, tiene otras teorías sobre los motivos que motivaron a muchos artistas que nunca triunfaron a no salir a tiempo de Málaga: Con las mujeres que hay aquí, no hay quien se vaya…
Otros apuntes
Un menú del día: La deliciosa comida de fusión del restaurante Asako. Y un postre que aún me hace delirar: el pudín de pan con sopa de coco y anís estrellado.
Una ración: Las crujientes berenjenas con miel -con miel de caña- del bar Las garrafas.
Unos ojos: Los que encontré cerca del Museo Picasso, más azules y más profundos que el mar Mediterráneo.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. La participación ciudadana es clave a la hora de valorar la situación cultural de Málaga, y el Ayuntamiento y los artistas están completamente desconectados, de ahí que tengan que exponer en bares. Muy buen artículo.