EL QUE SE APARTA
El que se aparta de lo que amaba,
hará saltar su última palabra
como una piedra plana sobre el agua:
saltará tres o cuatro
veces. Después se hundirá.
[…]
Una vez explotó una bomba
junto a una carnicería:
la carne degollada
fue degollada otra vez,
pero ya no había dolor,
no había casi sangre.
[…]
Soy racista de la paz:
gente de ojos azules asesina,
gente de ojos negros mata,
gente de pelo rizado destruye,
gente de pelo liso dinamita,
gente de piel morena desgarra mi carne,
gente de piel rosada derrama mi sangre.
Sólo los carentes de color
sólo los transparentes son buenos
porque me dejan dormir por la noche sin temor
y ver a través de ellos
el cielo.
[…]
Cubrí tu piel con una tela rosa, fina
y diáfana como cachorros de lagarto que tienen
ojos de diamante negro en la noche de verano.
[…]
Pero a través de la herida de mi pecho
observa Dios el mundo.
Yo soy la puerta
de su casa.
[…]
Cuando las manos van a
los ojos que lloran como a
un abrevadero para beber y beber.
[…]
Cuando te arrepientes de las palabras
que has dicho, tienes que pasar de nuevo
junto a las mismas palabras.
[…]
Qué es el alma: leer
en un libro de viajes algo sobre una tierra
a la que nunca irás.
[…]
Mi madre blanca sobre la cama en el mundo
como la mancha negra
que dejó una hoguera en el campo.
[…]
Y mi madre murió de noche. En silencio
la depositaron en la oscuridad, cerrada y preparada
para el día siguiente, como un comedor
cerrado y preparado con las mesas dispuestas
para el desayuno de otros.
Yehuda Amijai: Un idioma, un paisaje – Antología Poética 1948-1989 (Hiperión)
Un idioma, un paisaje
29 Jun
Esta entrada se publicó el junio 29, 2006 en 6:28 pm y se archivó dentro de Lecturas, Poesía.
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