Si las imágenes comienzan a verterse a través de las pantallas y a invadir las materias y objetos, la consecuencia más importante y que se suele pasar por alto es que la realidad ahora consiste en imágenes[…] Esto significa que no se puede comprender la realidad sin entender el cine, la fotografía, el modelado 3D, la animación, u otras formas de imagen fija o en movimiento. […] La realidad es posproducida y guionizada, renderizada […]. Lejos de ser opuestos a través de un abismo infranqueable, la imagen y el mundo son, en muchos casos, versiones el uno del otro. […]
En estas condiciones, la producción se transforma en postproducción, lo que significa que el mundo puede ser entendido pero también alterado por sus herramientas. Las herramientas de postproducción: edición, corrección de color, filtrado, corte, y así sucesivamente, no están dirigidos a la consecución de la representación. Se han convertido en los medios de la creación, no sólo de las imágenes, sino también del mundo.
Hito Steyerl, citado por Zippora Elders en Today’s Future: Hacking the Lens-Based Network (Foam Magazine, The Messenger: Image-based Activism Today)
La realidad pronto será una reminiscencia así como las palabras ininteligibles.
Dentro de poco… por ahora, toda palabra es reminiscencia y la realidad lleva siendo ininteligible varios millones de años 😉
Por eso creo que, sin desmerecer la postproducción, mantener la realidad. Lo que es interesante es que ahora podemos realizar tanto imágenes que reflejen la realidad, como composiciones oníricas por ejemplo y habría que dejar claro que son composiciones y manipulaciones por si no quedase muy claro. Saludos.
Hace tiempo hago el proceso contrario al que dice que una imagen vale por mil palabras. Pero empiezo a pensar que acabaré pensando al revés: una palabra valdrá mil imágenes en manos de tantos mirones perdidos.