
Thomas Roma – Found in Brooklyn
Sólo doy un encargo en el nivel básico de fotografía: hacer fotografías que puedan ser criticadas de una manera significativa.
En el primer día de clase, les recito una lista de cosas que las fotografías de los estudiantes no pueden contener: desnudos, niños, gente anciana, bocas de incendios, filas de ruedas de bicicletas que hacen sombras interesantes con sus sombras, mimos, bandas de un solo músico, pintores de retratos en la acera y personas sin techo. En otras palabras, la fruta que cuelga baja para el fotógrafo que está empezando. Ellos pillan la idea.
Para señalarles una dirección más productiva, inspirado por las palabras de Robert Frost “si no hay lágrimas en el escritor no hay lágrimas en el lector”, hago una encuesta en clase pidiendo que levante la mano quien entre ellos haya escrito un diario. Generalmente un buen número de ellos lo hace. Luego les pregunto cúantos de ellos han escrito un poema, incluso alguno que nunca hayan enseñado a nadie –aún más manos se levantan. Y finalmente les pregunto quién ha escrito una carta de amor o una carta a casa. Para entonces, los tengo a todos. Les digo que el encargo es hacer fotografías que resuenen en sus vidas de la misma manera –fotografías que les importen, y esa es la única manera de que la crítica importe.
Thomas Roma: What Matters, en The Photographer’s Playbook (editado por Jason Fulford y Gregory Halpern, Aperture)