Sólo en ciertas situaciones rituales, y de manera simbólica, aparece expresada la unidad de los gemelos, particularmente en ceremonias ligadas al matrimonio y a la muerte, en las que la personalidad parece experimentar una modificación. Así, cuando se casa el mayor de dos gemelos, el más joven realiza la misma ceremonia nupcial; las gemelas, por su parte, deberían casarse juntas el mismo día; tampoco se celebran ceremonias fúnebres en memoria de un gemelo, puesto que no se puede despedir a uno estando el otro vivo. Una mujer cuyo hermano gemelo había muerto hacía cierto tiempo dijo un día a Miss Soule -a quien agradezco la información-: «¿Acaso no está todavía viva su alma? Yo estoy viva y nosotros seguimos siendo hijos de Dios».

E.E. Evans-Pritchard: La religión Nuer (Taurus, 1980)

13 Feb Esta entrada fue publicada el febrero 13, 2013 a las 9:01 am. Se guardó como Ensayo, Fotografía, Lecturas y etiquetado como antropología, Diane Arbus, e.e. evans-pritchard, Fotografía, gemelos, nuer. Añadir a marcadores el enlace permanente. Sigue todos los comentarios aquí gracias a la fuente RSS para esta entrada.