Te miras en el espejo retrovisor, te oyes respirar, escuchas tu voz, una voz que habla, hace calor, estás vivo. Y estar vivo en las postrimerías de este siglo, un hombre de clase media en una capital de Occidente, es estar a la deriva. Te demoras, todos siempre se demoran, propulsados por el remordimiento. Dicen: “Cómo pasó el tiempo”. Quieren decir: “No sé qué le pasó al tiempo”.
Eliot Weinberger: Estar vivo es estar a la deriva
30 Ene
Esta entrada fue publicada el enero 30, 2013 a las 6:12 am. Se guardó como Ensayo, Lecturas y etiquetado como deriva, eliot weinberger, las cataratas, Lee Friedlander, occidente, tiempo.
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