Contraband fue una performance. Me mudé al aeropuerto JFK y documenté los objetos decomisados durante una semana completa (durmiendo muy poco). Trabajé al ritmo de las mercancías que entraban en Estados Unidos desde el exterior. Uno podría imaginarse armas, heroína, animales -y allí estaban- pero la abrumadoría mayoría de los decomisos fueron objetos falsificados. La colección refleja una batalla económica -una que implica la conservación del original sobre el que las economías occidentales se basan. La fotografía misma produce una copia de lo que está delante del objetivo. En este proyecto estaba haciendo copias de las copias -fotografías de medicamentos falsificados, bolsos de Louis Vuitton falsificados, artículos de Disney falsificados, películas de Hollywood pirateadas. Los artículos de contrabando no podían pasar las aduanas, pero la fotografía sí, y la fotografía podía ser introducida en otra economía: la economía del arte. Crear imágenes es parte del juego.

Taryn Simon entrevistada por Roxana Marcoci, Aperture, Winter 2012.

02 Ene Esta entrada fue publicada el enero 2, 2013 a las 6:45 am. Se guardó como Fotografía, Lecturas y etiquetado como Fotografía, Taryn Simon. Añadir a marcadores el enlace permanente. Sigue todos los comentarios aquí gracias a la fuente RSS para esta entrada.