
Wim Wenders – Red Couch
El acto de tomar fotografías me enseñó algo nuevo. De pronto fui capaz de mirar a las cosas, especialmente a los lugares, de una manera completamente diferente y de algún modo con mayor precisión. Me di cuenta que podía usar la cámara como un aparato de grabación para capturar algo más que una imagen: una historia contada por cada lugar. En el Oeste [americano], todo está vacío y muchas ciudades estaban abandonadas. De hecho, los lugares revelan mucho más sobre la gente cuando ya nadie vive en ellos, cuando esperas a que cada persona haya salido del encuadre.
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Si hay una sola persona en tu fotografía, aunque esté lejos, sólo percibes a esa persona. De hecho es más provechoso concentrarse en el lugar solo y no en la gente, y buscar sus huellas. ¿Qué dejaron las personas detrás, qué destruyeron, qué estaban esperando aquí? ¿Y qué puede decirme ese lugar particular sobre nuestra cultura? Dejé de utilizar película en blanco y negro en ese viaje [por el oeste americano], al darme cuenta que ese tipo de historias tienen que verse y ser contadas en color. El blanco y negro es un recurso estilístico. Impones tu manera de ver, tu visión sobre lo que ves. Con el color, puedo desaparecer mucho más como fotógrafo. No puedo llegar a ser invisible (nunca lo eres), pero puedo dejar las cosas tal como son.
Win Wenders, entrevistado por Markus Weckesser y Oliver Sieber en Foam Magazine#31: Ref. (Summer 2012)
es la primera vez que leo algo de Wenders sobre fotografía en lo que no estoy de acuerdo…el uso del blanco y negro es muchísimo máss que una cuestión puramente estética, quizá lo fuera en su caso