Les Americains, de Robert Frank, editado por Robert Delpire en 1958
MH: ¿Piensas en la belleza y en la fotografía -no en términos de fotos bonitas, sino de un modo más profundo? ¿Qué es? ¿La verdad? ¿Hay algo así como una fotografía verdadera, una fotografía que sea evidente, objetiva?
RD: Belleza y fotografía. ¿O belleza en fotografía? Es un tema difícil. Todos los profesionales (o casi todos) saben que no es suficiente con estar enfrente de un hermoso paisaje o una mujer elegante para hacer una buena fotografía. En cierto sentido, es demasiado fácil hacer una imagen con la cámara. Y el proceso digital lo convierte en más fácil aún. Esta facilidad explica el enorme éxito de la fotografía entre los amateurs.
Pero para hacer algo más que una simple declaración en una fotografía, uno tiene que mejorar el significado de un hecho, la psicología de una persona, la especificidad de un sujeto. Y todo se convierte en mucho más difícil. Hacer una buena fotografía requiere sensibilidad, paciencia, vivacidad, sentido gráfico, sin mencionar el conocimiento técnico. El talento es «la guinda sobre el pastel», como decimos aquí… Los editores buscamos las guindas.
También me atraen ciertas fotografías anónimas que he descubierto. Entre copias sin interés -mal reveladas y dañadas- a veces encontramos maravillas. Albums de familia, recuerdos de guerras o vacaciones, retratos, situaciones que reflejan la intimidad de alguien, su ternura, su pasión -a veces hasta llegar a la indecencia, porque no había nadie delante. Pero nunca he pretendido establecer una conexión entre la obra de los grandes fotógrafos y lo naif del amateur…. es su estatus como arte en bruto lo que me seduce y no su relación con la fotografía entendida como una de las bellas artes.
Robert Delpire, entrevistado por Melissa Harris en Aperture, Summer 2012.
OTRA FORMA DE MIRAR 