
Stephen Shore - Chevron
Al leer un libro, contemplar una fotografía o ver cualquier cosa, nos hacemos de ella una imagen mental.
[…]
Las imágenes existen a un nivel mental, que puede coincidir con el nivel descriptivo (lo que muestra la imagen), pero no lo refleja como un espejo. El nivel mental elabora, matiza y embellece nuestras percepciones en el nivel descriptivo. El nivel mental de una fotografía proporciona un esquema para que nos construyamos una imagen mental de (y para) la fotografía.
Pero si bien el nivel mental es distinto del nivel descriptivo, aquel queda definido por las decisiones formales que se adoptan en este último: la elección del ángulo de visión (desde dónde se toma exactamente la fotografía), el encuadre (qué incluye exactamente), el tiempo (en qué momento se acciona exactamente el obturador) y el enfoque (qué realza exactamente el plano de enfoque). […] El enfoque es el puente entre los niveles mental y descriptivo: el foco del objetivo, el foco del ojo, el foco de atención y el foco de la mente.
Cuando fotografiamos nos fotografiamos. La forma en que percibimos el mundo y como queremos percibirlo, a que le damos importancia y a qué queremos dársela, en que queremos fijarnos y qué queremos contar, lo aprendido y lo que quiere mostrarse más allá de los estereotipos…la búsqueda en definitiva.