
Lee Friedlander - New York City, 1974
Si coges a alguien como Michael Jordan y le dices «Michael, cuando estás corriendo en la cancha y coges la pelota, ¿qué es lo que vas a hacer?», te miraría como si estuvieras loco. Porque hay miles de cosas que podría hacer: podría moverse a cualquier sitio o pasarla o tirar o driblar. O no tendría ni idea porque tendría que ver lo que fuera a suceder. Y pienso que eso es muy similar a la fotografía, que no se parece a la pintura o a la escritura en la mayoría de los casos. Ese momento diminuto es un principio y un fin y tiene algo que ver con la misma mentalidad que un atleta debe usar. Estaba mirando un partido de tenis, por ejemplo. Los trucos que los buenos tenistas usan, especialmente lo que sucede cuando la pelota rebota y hace cosas raras. No puedes predecir lo que vas a hacer. Él va a servir; ¿qué vas a hacer tú? Intentar devolverla. No solo devolver la bola, sino hacerlo de una manera inteligente. O de una manera articulada. Y pienso que la fotografía está repleta de ese mismo tipo de momentos, especialmente si no eres un fotógrafo de estudio. No tienes mucho control.
Lee Friedlander, citado en The Education of a Photographer (Allworth Press)