Javier Celán es un excelente fotógrafo, pero su fuerte no son los apellidos. Acaba de regresar del festival Emergent, donde ha presentado el fanzine que le ha editado Fiesta Ediciones, además de mostrar su porfolio en la convocatoria del Pati de la Llotja. Durante este fin de semana ha participado en el taller de Photoshop que hemos impartido en LENS y no ha dejado de repetirme el nombre del fotógrafo -y solo el nombre- que más le había impactado durante estos días: Enric, Enric… no me acuerdo del apellido. Vuelvo a casa y descubro que Pedro Arroyo, el autor de El Otro Blog, me ha agregado en Twitter. Busco su último artículo y encuentro un texto sobre los tres fotógrafos que más le han impresionado en Emergent: Roc Herms, el propio Javier Celán… y Enric Montes.
Ni Javier ni Pedro se equivocan; Enric Montes es un auténtico buscador de prodigios. Y su trabajo es una exploración visual que me reafirma en el amor a la fotografía. Una fotografía que susurra el secreto que el poeta Hugo Mújica me desveló hace ya mucho tiempo: hay otro mundo en este mundo.