No tengo padres: hago del Cielo
y la Tierra mis padres.
No tengo poder divino:
hago de la honestidad mi poder divino.
No tengo medios: hago
de la sumisión mis medios.
No tengo poder mágico:
hago de la fuerza interior mi poder mágico.
No tengo vida y muerte: hago del Eterno
mi vida y muerte.
No tengo cuerpo:
hago de la fortaleza mi cuerpo.
No tengo ojos:
hago del relámpago mis ojos.
No tengo oídos: hago
de la sensibilidad mis oídos.
No tengo miembros:
hago de la prontitud mis miembros.
No tengo designios:
hago de la oportunidad mi designio.
No tengo milagros:
hago del Dharma mi milagro.
No tengo principios:
hago de la adaptabilidad
a todas las cosas mis principios.
No tengo amigos:
hago de la mente mi amigo.
No tengo enemigos:
hago de la imprudencia mi enemigo.
No tengo armadura:
hago de la buena voluntad
y la justicia mi armadura.
No tengo castillos:
hago de la mente inamovible
mi castillo.
No tengo espada:
hago del «sueño de la mente»
mi espada.
El camino del guerrero, conocido en japonés como Muyu («No tengo»), según la versión que acompaña la obra de Eugen Herrigel Zen en el arte del tiro con arco publicada por Gaia Ediciones.
Que maravilla de poema zen. Me quedo con «No tengo armadura, hago de la buena voluntad y la justicia mi armadura». Bellisimo.